La situación de la caficultura colombiana no solo es complicada, sino que es una de las actividades agrícolas más críticas en aspectos como el económico, menor inversión, baja mano de obra y el rezago que registra en obras de adecuación.
El planteamiento lo hizo el Centro de Estudios Ganaderos y Agrícolas (CEGA), de la Universidad de los Andes, luego de entregar la reciente Encuesta de Opinión Empresarial Agropecuaria (EOEA) del primer trimestre del 2009.
De acuerdo con el informe, todo el sector agropecuario registra un estancamiento, al punto que solo este año podría crecer menos del 1%, y continuar deteriorándose en parte por el desplazamiento del campo a la ciudad.
Sin embargo, los indicadores de la actividad cafetera demuestran que este es uno de los sectores más deprimidos, con menos planes de expansión, baja infraestructura y migración de la mano de obra.
Según la consulta con 361 cafeteros de todo el país, de una base de 1.695 agricultores encuestados, su situación económica actual está entre mal y aceptable, como quiera que para un 45,9% es definitivamente mala, para el 42,41% aceptable, y es buena solo para el 11,69%.
En el mismo sentido, el 71,18% reconoce que la producción física del trimestre fue menor; para el 20,45% se mantuvo y apenas un 8,18% sostuvo que aumentó.
Un llamado de atención
De acuerdo con el Director del CEGA-Uniandes, Ramón Rosales Álvarez, los indicadores de mano de obra son preocupantes, pues el balance entre lo que aumentaron y redujeron el empleo, arrojó una tendencia negativa del 38,1% para el primer trimestre del 2009. Eso considerando que del total de los consultados, el 51% sostuvo que debió hacer recortes de personal.
Aunque no se tiene un dato exacto de cuál ha sido el número de personal que se ha retirado, según Rosales Álvarez, se puede hablar de un porcentaje promedio de 5% de disminución.
El dirigente reconoció que posiblemente se puede tratar de una situación coyuntural con el café, teniendo en cuenta la renovación de los cafetales y el mal clima, pero hizo un llamado de alerta para que se analice con juicio qué está sucediendo en el sector.
“Diría que esta es la actividad más afectada y por eso el llamado es para que se analice la forma de remediar varios de esos problemas”, aseveró.
Para Boris Yesid Ramírez, Coordinador de la Encuesta de Opinión, el síntoma es muy similar a lo que hoy sucede en general en el resto de la actividad agropecuaria, en parte por la migración de la mano de obra del sector primario al terciario, en especial a servicios, por unos mejores ingresos, y seguridad social.
Menos inversión
Para los analistas la baja inversión cafetera también preocupa, pues es la menor con respecto a otras actividades. Solo en maquinaria apenas el 9% reconoció que ha hecho inversiones en equipos, contra tasas del 35%, por ejemplo, en flores.
Mientras tanto en infraestrucura, ese indicador es del 10%, contra un 28% en floricultura.
Al consultarles sobre obras de adecuación de tierras, en este caso el 20% reconoció que está en esa tarea, contra un 20% en flores, 42% en banano y 56% en palma. “Esto nos muestra un rezago y una muestra clara de que la caficultura no está en la mejor situación”, aseguró.
Para el Director del CEGA-Uniandes todo eso demuestra la importancia de hacer este llamado para analizar lo que está sucediendo. “Sobre todo cuando se pasa por una situación de precios internacionales altos debido a una disminución de inventarios en los países productores, pero que coincide con un período bajo de producción en el país”.
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